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Arquitectos: Vásquez Consuegra
- Área: 100 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Fernando Alda
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Proveedores: Adobe, Alusion, Ancoma, AutoDesk, GMetal
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de intervención en el local de la tienda de ropa multimarcas MKR, (antes MARKARIDE) surge de la demanda de reorganizar y dotar de una nueva imagen al espacio comercial existente: un espacio reducido y desestructurado, que no cumple con ninguno de los estándares normativos actuales.
El diseño introduce nuevos elementos que generan una mayor fluidez espacial a partir de una reducción significativa de artefactos existentes, con la consiguiente mejora de la circulación y de la percepción visual del conjunto.
El nuevo espacio se articula a partir de la introducción de una escalera helicoidal justo en el lugar en que las plantas baja y sótano se superponen. Esta hélice, a modo de perno gigante, se constituye en el eje de giro que permite la articulación de las dos plantas, baja y sótano, que se deslizan noventa grados una sobre la otra.
La localización y trazado de la escalera va a determinar la configuración formal y la posición de los dos grandes expositores, definidos por curvas, de alturas y diámetros distintos, que se superponen ofreciendo su concavidad interior a los diversos artículos para su exposición al público.
Además de una nueva organización espacial el proyecto trata de introducir homogeneidad y coherencia al espacio de exposición y venta, que ha venido siendo ocupado y modificado a lo largo de los años sin una línea clara de diseño ni de amueblamiento. Por ello se propone una redistribución general y la aplicación de un revestimiento vertical continuo (espuma de aluminio) a fin de conseguir una imagen homogénea y contemporánea del nuevo espacio. Se ha utilizado básicamente un solo material, el metal de aluminio en sus diferentes composiciones y texturas: laminado, extrusionado y fundido.
El pavimento de grandes piezas de acero inoxidable colabora con el aluminio a proponer una imagen potente, y unitaria, neutra y consistente, permitiendo que sea la ropa, con su universo infinito de formas y colores, la que se convierta en el protagonista absoluto del espacio expositivo.